Hay básicamente tres tipos de tecnologías de impresión en 3D. La más habitual se denomina Deposición. Un filamento de plástico o polímeros se funde en un cabezal y se va depositando en capas para dar formar al objeto. Es la más habitual y barata.
También existe la Estereolitografía. En este caso una luz ultravioleta o láser actúa sobre una resina pseudolíquida especial, sensible a la luz, para solidificarla por capas y crear el objeto en cuestión.
Y la tercera opción es la Compactación. En este caso un láser o un elemento coaligante compactan un material en forma de polvo. Se van añadiendo capas de este material y solidificando las diferentes áreas, para dar forma a la pieza. Se utiliza, por ejemplo, para hacer objetos de metal o similares a la cerámica.
Es en esta tecnología en la que se ha especializado este nuevo centro de impresión en Bilbao, impulsado por los promotores de Art3Ds. Iñaki Lavín es uno de los responsables de este negocio.
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