El uso de la inteligencia artificial conlleva un enorme consumo de agua que se utiliza para refrigerar los ordenadores y servidores que almacenan nuestros datos, recopilan información o gestionan los algoritmos de inteligencia artificial. También impacta en el medio ambiente la gran cantidad de material que hay que extraer y los procesos de fabricación de los microchips, que son fundamentales para desarrollar las herramientas de inteligencia artificial. Sobre estos temas conversamos con Humberto Bustince , catedrático de Ciencia de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad Pública de Navarra.
Existen muchos modelos de inteligencia artificial generativa, como ChatGPT , Google Gemini o Microsoft Copilot ; que tienen como base idiomas como el inglés y que se pueden utilizar en otros idiomas gracias a las herramientas de traducción. Sin embargo, los textos y los datos con los que están entrenados están, generalmente, en inglés. Latxa se entrena con contenidos escritos en euskera, emplea un gran corpus de textos en este idioma con licencia libre. En total son más de 4 millones de documentos y 1.200 millones de palabras, doblando en tamaño a los corpus existentes hasta el momento. Conversamos con Aitor Soroa , uno de los investigadores de Hitz Zentroa, el Centro Vasco de Tecnología del Lenguaje de la UPV/EHU, impulsor de este modelo vasco de IA generativa.