La impresión 3D sigue evolucionando. Las impresoras que utilizan materiales plásticos o polímeros cada vez son más asequibles económicamente y se utilizan en centros de investigación y educativos con absoluta normalidad. De hecho, desde hace unas semanas, la Estación Espacial Internacional ya cuenta con una impresora 3D especial capaz de crear objetos en un entorno sin gravedad.
Euskadi no se ha quedado al margen de esta tecnología y TuMaker y los navarros Witbox son fabricantes reconocidos de impresoras 3D.
Pero en todo el mundo se están desarrollando prototipos capaces de trabajar con metales e incluso las hay que utilizando materiales de construcción están edificando casas.
Su tecnología de creación por capas también tiene aplicaciones gastronómicas. Hay impresoras 3D capaces de combinar diferentes tipos de alimentos para preparar un plato. Uno de los más utilizados es el chocolate.
Existen otras que son capaces de crear prendas de vestir y una iniciativa vasca más que interesante en este sentido es The Open Shoes, un proyecto para que podamos fabricar partes rígidas del zapato adaptadas a la planta de nuestro pie para disfrutar del mayor confort posible.
El reto de la impresión en 3D, al margen del precio, va a ser crear patrones diseñados en tres dimensiones para que puedan ser luego imprimidos. En paralelo a la impresión avanzan los escáneres en 3D capaces de registrar información de objetos en sus tres ejes cartesianos.
En este aspecto no hay límites ya que incluso el viejo campo de fútbol de San Mamés fue escaneado en 3D antes de ser derruido para una posible reproducción a escala en el futuro.
Euskadi no se ha quedado al margen de esta tecnología y TuMaker y los navarros Witbox son fabricantes reconocidos de impresoras 3D.
Pero en todo el mundo se están desarrollando prototipos capaces de trabajar con metales e incluso las hay que utilizando materiales de construcción están edificando casas.
Su tecnología de creación por capas también tiene aplicaciones gastronómicas. Hay impresoras 3D capaces de combinar diferentes tipos de alimentos para preparar un plato. Uno de los más utilizados es el chocolate.
Existen otras que son capaces de crear prendas de vestir y una iniciativa vasca más que interesante en este sentido es The Open Shoes, un proyecto para que podamos fabricar partes rígidas del zapato adaptadas a la planta de nuestro pie para disfrutar del mayor confort posible.
El reto de la impresión en 3D, al margen del precio, va a ser crear patrones diseñados en tres dimensiones para que puedan ser luego imprimidos. En paralelo a la impresión avanzan los escáneres en 3D capaces de registrar información de objetos en sus tres ejes cartesianos.
En este aspecto no hay límites ya que incluso el viejo campo de fútbol de San Mamés fue escaneado en 3D antes de ser derruido para una posible reproducción a escala en el futuro.
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