El futuro de las Nuevas Tecnologías va a estar marcado por el uso de drones en diferentes ámbitos. Los drones o aparatos aéreos controlados a distancia tienen su origen en la Segunda Guerra Mundial. Hasta hace pocos años su uso ha sido casi exclusivamente de ámbito militar pero hoy en día las cosas han cambiado.
Aunque fue Amazon quien puso a los drones en boca de todos gracias a su proyecto de utilizarlos para realizar labores de reparto, lo cierto es que otras compañías ya experimentaban con este tipo de aparatos para usos similares antes que ellos.
Desde hace años, los drones, gracias a que incorporan cámaras, se utilizan para cartografiar terreno, revisar estructuras, vigilancia de fronteras, control de plagas, supervisar incendios, grabar imágenes desde el aire para programas de televisión y otras muchas finalidades.
Uno de sus retos es el precio, ya que los modelos con más prestaciones son más caros y pueden superar los 300.000 euros. Otro inconveniente es la escasa duración de sus baterías o su voluminoso tamaño. Contra esto luchan a través de sus desarrollos empresas vascas como ERLE Robotic, SQA Drones o los navarros Technidrone.
Otro reto para los drones será afrontar la normativa que cada vez restringe más su uso. Y es que la realidad revela que estos aparatos están al alcance de todo el mundo y pueden llegar a congestionar el espacio aéreo y provocar importantes accidentes, algo que las autoridades quieren evitar a toda costa.
Aunque fue Amazon quien puso a los drones en boca de todos gracias a su proyecto de utilizarlos para realizar labores de reparto, lo cierto es que otras compañías ya experimentaban con este tipo de aparatos para usos similares antes que ellos.
Desde hace años, los drones, gracias a que incorporan cámaras, se utilizan para cartografiar terreno, revisar estructuras, vigilancia de fronteras, control de plagas, supervisar incendios, grabar imágenes desde el aire para programas de televisión y otras muchas finalidades.
Uno de sus retos es el precio, ya que los modelos con más prestaciones son más caros y pueden superar los 300.000 euros. Otro inconveniente es la escasa duración de sus baterías o su voluminoso tamaño. Contra esto luchan a través de sus desarrollos empresas vascas como ERLE Robotic, SQA Drones o los navarros Technidrone.
Otro reto para los drones será afrontar la normativa que cada vez restringe más su uso. Y es que la realidad revela que estos aparatos están al alcance de todo el mundo y pueden llegar a congestionar el espacio aéreo y provocar importantes accidentes, algo que las autoridades quieren evitar a toda costa.
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