Hace unos días tuve la oportunidad de testear un Nokia Lumia 820 cedido por la empresa finlandesa y me gustaría compartir mis impresiones. Antes de nada, tengo que aclarar que estoy enganchado a la tecnología, me encanta probar todo tipo de aparatos, pero intento huir de pruebas exhaustivas. No me dedico a hacer testeos de velocidad de procesador o a comprobar cuánto se puede rayar la pantalla antes de reventarla. A fin de cuentas soy una persona que ha tenido en sus manos diferentes dispositivos y me interesa trasmitir mis impresiones como usuario.
El Nokia Lumia 820 es un smartphone con Windows Phone 8 como sistema operativo, procesador Qualcomm Snapdragon™ S4 de cuatro núcleos, 1 GB de memoria RAM, pantalla de 4,3 pulgadas, 8 GB de memoria de almacenamiento interno y cámara de fotos trasera de 8,7 megas. Estas especificaciones le convierten en un terminal de alta gama, aunque no es el top de la familia Lumia.
Para los que venimos de Android y del entorno Windows en el ordenador el manejo no se nos hará extraño. Es una adaptación de Windows 8 y su interfaz Metro, es decir, una pantalla con iconos que siguen la misma estética y que nos abren las puertas a diferentes aplicaciones y servicios. Windows Phone 8 hace mucho hincapié en la experiencia en redes sociales y podemos tener en un mismo hub nuestros diferentes perfiles y servicios de correo integrados de una manera muy visual.
En cuanto a la pantalla de inicio la experiencia es algo diferente a lo que estamos acostumbrados en iOS de Apple o Android ya que en vez de distribuir iconos en diferentes pantallas tendremos que ir agregándolos a una principal que se recorre de arriba a abajo y que se puede hacer interminable. Por lo demás, el anclaje y la eliminación de los iconos en el menú de inicio es bastante sencilla.
El procesador de cuádruple núcleo funciona con mucha fluidez y hace que la experiencia de navegación entre pantallas sea muy rápida. A ello también ayuda el giga de memoria RAM que sirve para mover aplicaciones como el navegador Explorer, Office y otras herramientas más que interesantes que trae por defecto como Nokia Maps o Nokia Drive, capaz de convertir nuestro smartphone en un gran GPS.
A pesar de estas prestaciones y de que la batería del Lumia solo tiene 1650 mAh. aguanta bastante bien en un uso medio. Al menos llega al día, que no es poco, aunque no le vendrían mal 1000 mAh. más, la verdad. Por otra parte, es posible ponerle una carcasa de carga inalámbrica que permitiría colocar el móvil sobre un cargador sin necesidad de enchufar ningún cable. Eso sí, la experiencia de quitar la carcasa puede frustrar a más de uno y poner en peligro la integridad de sus uñas o del propio aparato.
Otro detalle importante es el tacto. La pantalla responde a la perfección e incluso los botones táctiles de inicio actúan antes incluso de que los presiones. Su principal problema es la resolución, ya que tiene unos escasos 800 x480 pixeles con 217 ppi, bastante menos de lo esperado, aunque la visibilidad es más que óptima.
En cuanto a conectividad, este Nokia 820 tiene otras peculiaridades interesantes como la tecnología NFC, aun infrautilizada por estos lares. El WIFI b/g/n va como un tiro en velocidad de conexión y trasmisión de datos. Este terminal también está dotado de Bluetooth 3.0.
Al tratarse de un teléfono con Windows Phone es bastante sencillo compartir datos con ordenadores con este sistema operativo o el anterior Windows 7 y poder guardar música, fotos o vídeos. Además de la memoria ROM interna de 8 Gigas, es posible incluir una MicroSD de 32 gigas.
Nokia siempre se ha caracterizado por tres servicios que también están presentes en este móvil. El primero, y para mi más importante, es su contrastada calidad como teléfono. Sí, exactamente, para hablar con el menor ruido posible y para captar redes con buena cobertura. Nokia ha sido fabricante de teléfonos y eso se nota ya que, a la experiencia me remito, este smartphone responde mucho mejor a cobertura y calidad de sonido que uno de otra marca desde esa misma ubicación y con la misma SIM.
Otro estandarte de Nokia es su calidad en las cámaras de fotos. La principal tiene 8,7 megapixeles y óptica Carl Zeiss lo que es un auténtico aval. Todo ello sin contar las diferentes opciones, filtros, configuraciones o el doble led de iluminación.
De Nokia también podemos esperar servicios multimedia de calidad a la hora de descargar o reproducir música o vídeo. Quizás en este aspecto no llega a los niveles de iOS, pero desde luego los trata con más cariño que muchos Android. Destaca que es capaz de leer los principales formatos tanto de vídeo como de audio.
En resumen, tenemos un móvil con una pantalla muy digna, rápido en su respuesta, con muy buen tacto y ergonomía, que mueve con soltura un sistema operativo que falta por pulir en lo que se refiere a su adaptación para dispositivos móviles. Tiene buena cámara de fotos y una de las mejores recepciones de teléfono del mercado. Hasta ahí, estamos ante un gran móvil. El problema de los Lumia y su sistema operativo Windows Phone es el ecosistema de aplicaciones. Aunque Microsoft se esfuerza en que cada vez haya más apps para su tienda, lo cierto es que están muy lejos de la App Store de Apple o Google Play de Android. Además, muchas aplicaciones que son gratuitas para Android en Windows Phone son de pago. Eso tampoco es excusa ya que ocurre lo mismo con el iPhone.
Así que es elección de cada cual decantarse por sistemas operativos privativos o colaborativos, por tiendas de aplicaciones masificadas y con riesgos a otras más reducidas pero seguras, a teléfonos con cámaras de fotos reales y no píxeles interpolados, a buenas coberturas de teléfono orientadas al mercado europeo o disfrutar de pantallas retina frente a otras más normalitas.
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